lunes, 10 de noviembre de 2008

La sangre no llegó al rio...

Parece mentira cómo cambian las cosas.
Hace cosa de una semana, más o menos, había llegado al punto lñimite de mi aguante en lo que a restricciones y consejos paternales se refiere. Llegué a plantearme darle un giro de 180º a mi vida con toda la incertidumbre que eso conlleva y me entró pánico. Estaba decidida, creo que lo hubiera hecho si la presión no se hubiera relajado considerablemente y la tensión hubiera desaparecido. Porque no soportaba estar en casa, me ahogaba.
Eso sí, hay alguien que siempre estuvo ahí, apoyándome, aunque se que a veces lo ha dudado...que me apoyó y me escuchó cuando lo necesitaba. Nunca dudes de que fuiste mi más preciado refugio en la tempestad.
Espero que los nuevos vientos nos traigan algún viaje que otro y a mí, concretamente, aprobados para ser un partidazo cuanto antes!! :)
Kimiri o ai shitaru!!!

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